miércoles, 23 de noviembre de 2011

"De regreso" (microcuento)

  En un vuelo nocturno de regreso desde Bariloche, compartí el asiento con una madre muy joven y su niño de tres años. Cuando estábamos por aterrizar en Aeroparque el nene pegó su nariz a la ventanilla y dijo: "Mirá mami, se han caído las estrellas", y ella le respondió: "No se cayeron las estrellas hijito, es Buenos Aires que se ha encendido".

Vivi García

Una mirada...


Miradas cotidianas                                                                         

  Suelo pensar en la importancia que tienen en la vida cotidiana algunos objetos, y esta vez puse la mirada en mis anteojos de lectura. Comencé a usarlos hace unos años, cuando noté que debía alejar la hoja cada vez más para ver las letras. Contenta fui a una óptica, me probé uno y otros y encontré el aumento necesario. Elegí un marco lleno de colores, ¡hermosos!, y me gusté frente al espejo ya que desde muy chica había querido usar anteojos. Pero además, desde que uso lentes, ¡puedo leer en el colectivo y en el tren!, antes, sin ellos, leer me daba dolor de cabeza.
  Ahora, cuando en algún medio de transporte consigo un asiento, me pongo los lentes y comienzo el verdadero viaje, el de la LECTURA.
  Hace unos días terminé el libro “El vagón de las mujeres”, una novela hindú que me llevó por geografías y culturas extravagantes a mis “sentires”. Y ahora estoy disfrutando de una maravilla de Cecilia Pisos: “Como si no hubiera que cruzar el mar”, y allí estaba, amarrada a la página 21 de esta novela juvenil, cuando comencé a llorar, ¡mi Dios!, pensé: ¿cómo se puede escribir tan bellamente y llegar tan hondo a almas de lágrimas fáciles como la mía?
  Yo los invito a ustedes, lectores de esta breve columna, a subirse al tren de los que eligen viajar con sólo acariciar con la mirada las páginas de cualquier libro, y también a aquellos que leen con las manos, o a los que  les leen al oído y les entregan, de a poquito, “palabras-susurros”, para que juntos: lector y "escuchador", disfruten de la misma travesía.